Mi fin de semana loco
Querido diario,
El fin de semana pasado fue uno de los más locos que viví. Desde el viernes hasta el domingo, cada momento estuvo lleno de aventuras.
El viernes, después de la escuela, quise hacer algo diferente. Llamé a mis amigos, Carla y Luis, y les propuse ir a la montaña el sábado. Aceptaron con entusiasmo.
El sábado por la mañana, nos encontramos en mi casa, empacamos bocadillos, agua y cámaras, y partimos. Al llegar, el aire fresco nos llenó de energía. Subimos el sendero entre risas y disfrutamos del paisaje. Encontramos un mirador increíble, donde descansamos, comimos y tomamos fotos.
De repente, el cielo se nubló y comenzó a llover. Pensamos en regresar, pero Carla propuso un juego. Corrimos bajo la lluvia, nos deslizamos en el barro y reímos sin parar. Fue la mejor parte del día.
El domingo visitamos un refugio de animales. Alimentamos a perros y gatos que esperaban ser adoptados. Fue una experiencia conmovedora que nos hizo valorar más su cuidado.
Al final del fin de semana, llegué a casa agotado pero feliz. Creé recuerdos inolvidables y aprendí que, incluso cuando los planes cambian, siempre se puede encontrar diversión.
Adiós, querido diario.
Raúl