El cambio climático es el mal de nuestro tiempo y sus consecuencias pueden ser devastadoras si no reducimos drásticamente la dependencia de los combustibles fósiles y las emisiones de gases de efecto invernadero. De hecho, los impactos del cambio climático ya son perceptibles y quedan puestos en evidencia por datos como:
• El aumento de la temperatura global en 2016 fue de 1,1 grados, el mayor de la historia de la humanidad
• La subida del nivel del mar
• El progresivo deshielo de las masas glaciares, como el Ártico.
Pero hoy también estamos viendo los impactos económicos y sociales, que serán cada vez más graves, como:
• Daños en las cosechas y en la producción alimentaria
• Las sequías
• Los riesgos en la salud
• Los fenómenos meteorológicos extremos, como tormentas y huracanes En los peores escenarios probables que los expertos reflejan, el aumento de temperatura podría llegar a los 4,8 ºC para final de siglo. El cambio climático es un problema global que alcanza una perspectiva ambiental, política, económica y social en la que las peores previsiones también implican enormes pérdidas económicas. Y es que cuanto más tardemos en actuar, mucho más elevadas serán las inversiones para la adaptación al aumento de la temperatura.
La revolución energética es el camino: con las energías renovables se conseguirán paliar los efectos del cambio climático y lograr una eficiencia energética que generará puestos de trabajo y reducirá los costes de electricidad (…)