¿Qué contar y cómo conectar?
El facilitador da el ejemplo con una experiencia personal. Al principio esto puede parecer incómodo, pero a medida que ganes experiencia te irás familiarizando. Al elegir la forma de expresar tu experiencia, no sólo te convierte en un modelo para tus participantes, sino que también te permite crecer a ti mismo a la hora de articular tu experiencia y tus respuestas. Lo mismo ocurre con los participantes.
Nunca hay una forma única de contar una historia y responder a una pregunta. Conseguir que tus participantes se den cuenta de esta verdad es un objetivo importante. Le dará poder a usted y a sus participantes.
¿Qué puedes tener en cuenta a la hora de elegir una experiencia para compartir?
- Elige tu experiencia pensando en el tema y en cómo conectarlo con una experiencia propia de tu vida real.
- Escribe las posibles asociaciones que te vengan a la mente con una palabra.
- Elige una que se sitúe no hace mucho tiempo. Si fue hace más tiempo, cuéntalo de una forma que lo traslade más al presente.
- Sin embargo, ten cuidado con una experiencia demasiado abrumadora o demasiado grande.
- Elige una que sea más común e incluye detalles para darle más vida.
- También puede ser útil incluir un reflejo de un diálogo.
- Es importante que compartas tu experiencia sin abreviarla y que elijas los detalles de forma que se adapten a tu audiencia.
- Cuenta tu historia de principio a fin.
- No compartas demasiado tiempo, detente en un punto de interés y deja espacio para las preguntas.
Sus oyentes pueden hacer preguntas para obtener más información, aclaraciones o por curiosidad. Las preguntas deben estar relacionadas con la experiencia compartida. Es importante recordar esto a todos en el momento de dar la palabra para las preguntas.
A continuación, piensa en una pregunta para invitar a los participantes. Comienza la pregunta contando un momento en el que ... y lo que ocurrió. O piense en una ocasión en la que tuvo una experiencia con ... y cómo fue. O, por ejemplo, una vez que tuviste una experiencia con ... y cómo fue. ¿Qué ocurrió? ¿Qué se dijo?
Un ejemplo
El facilitador, queriendo trabajar el tema de los límites, cuenta una vez en la que sufrió abusos. Esta experiencia pronto es demasiado grande. Los participantes se ponen automáticamente -una característica de la asociación- en la pista de recordar una experiencia demasiado abrumadora. La sensación de seguridad en el grupo y de cada participante en el grupo se ve entonces comprometida.
Además, los participantes sin mucha experiencia no pueden conectar. Por lo tanto, de la lista de recuerdos, elija una experiencia con la que los participantes puedan conectar mejor. A menudo se trata de una experiencia menos tensa que puedes compartir con algunos detalles que den aire y quizá incluso un toque humorístico a lo que compartes.
Por ejemplo, si quieres hablar de un tema importante como la discriminación, puedes acercarlo eligiendo una experiencia relacionada con la exclusión. Entonces puedes contar un momento en el que fuiste excluido o en el que excluiste a otra persona. Después, en el tríptico, puedes relacionarlo con la discriminación.