Oye, me
dio una fiebre el otro día
por causa de tu amor, Cristiana,
que fui a parar a la enfermería
sin yo tener seguro de cama.
Y me inyectaron suero de colores. ¡Eyyy!
Y me sacaron la radiografía
y me diagnosticaron mal de amores
al ver mi corazón cómo latía.
Oye, y me trastearon hasta el alma
con rayos equis y cirugía.
Y es que la ciencia no funciona
sólo tus besos, vida mía.