¿Qué experimentaste? ¿Qué significado sabes para el evento? Qué pensaste? ¿Qué sentiste? ¿Qué hiciste? ¿Cómo lo resuelves? que puedes hacer ahora?
Los participantes cuentan sus experiencias, las escriben, hacen una ilustración y crean una presentación basada en su texto.
El participante que dice es la persona que lo ha experimentado. No se trata de evaluar al narrador. Lo que se cuenta siempre es cierto. Esto le da control al narrador sobre la situación. Gracias a esta sensación de poder en exceso, el narrador puede experimentar su propia experiencia de una nueva manera mientras comparte su historia con otros.
Esto viene:
• En primer lugar, porque decir una experiencia que el narrador obliga a organizar esta experiencia.
Decir es tomar decisiones sobre lo que hace y lo que no dice, qué detalles reciben atención y qué detalles se omiten.
• En segundo lugar, porque las preguntas y reacciones que obtiene el narrador lo ayudan a la historia más clara llegar. La atención para la claridad también se centra en el nivel del idioma.
A nivel psicológico, la forma concreta y clara en la que pudo elegir su historia asegura claridad y orden. Compartir la experiencia también contribuye a un "control" con la realidad; Probablemente no experimentarás al único que haya experimentado algo así. Esto generalmente funciona positivo para autoimagen.
Usar la propia experiencia como base para contar tiene una serie de ventajas:
1. El narrador es siempre el experto. Nadie más puede decir: "No, no fue así o no es así". Es algo que le sucedió al narrador o lo que ha escuchado o visto y él informa sobre eso. El narrador puede "recordar el tiempo ..." No tienes que pensar en tus propias experiencias, solo lo sabes.
2. El narrador experimenta quitándose la vida como el punto de partida de que sus experiencias son valiosas de varias maneras. Para comenzar como punto de partida y marco de referencia. Además, el narrador experimenta que está siendo escuchado sin crítica. La experiencia en sí misma, su comportamiento no es cuestionado. Con la ayuda de las preguntas que se hacen al narrador, puede aprender a reflexionar sobre su propia experiencia y a articularlas.
3. Compartir sus propias experiencias muestra a los participantes que a menudo no son los únicos que han experimentado una determinada situación. De esta manera, se siente menos aislado, menos extraño, más socialmente conectado y aceptado.
4. Trabajar desde su propia experiencia a menudo conduce a productos que no solo tienen valor personal, sino que también tienen expresividad general.
5. Al articular y compartir su propia experiencia con otros, los participantes tienen la oportunidad de aumentar su visión de la vida.
6. Vale la pena contar su propia vida. Para el oyente, la experiencia y hacer preguntas vale la pena. Esto refuerza la sensación de ser aceptado y aumenta la autoconciencia y la autoconciencia.
Estos beneficios psicológicos se logran implícitamente. No es un objetivo explícito que el participante experimente de manera enfocada. El objetivo se comparte en común con los demás: aprender a articular mejor y presentarse.