1. Dígale aComparte su experiencia
Instrucción: El profesor cuenta sobre una vez que él/ella y un amigo experimentaron algo; se hacen preguntas(*). A continuación, el profesor plantea a los participantes la pregunta de conexión: si pueden contar sobre una vez en la que hayan vivido algo junto a un amigo.
Dos participantes toman su turno. Está pensado como ejemplo y como calentamiento; da ideas a los oyentes y también es un buen ejercicio para los narradores.
Si el profesor considera que algunos de los participantes aún no han conectado, puede contar una segunda experiencia, destacando un aspecto diferente del tema. Nombrar diferentes ángulos crea espacio y puede dar ideas a los participantes.
El profesor puede ajustar el proceso narrativo haciendo preguntas adicionales para ampliar o centrar el tema y hacerlo más accesible.
(*)Los participantes tendrán la oportunidad de hacer preguntas aclaratorias. Preguntas sobre algo que quieren saber más o sobre algo que aún no tienen muy claro.
Haz una lista y elige
Instrucción: A todos los participantes se les da un pequeño papel para que hagan una lista de tres veces diferentes que hayan hecho algo juntos con su amiga(s)/amigo(s). Al menos una experiencia, pero preferiblemente dos o tres. Después de hacer la lista, eligen la experiencia que van a compartir.
El profesor explica que se trata de dos o tres experiencias que recuerdan claramente y bien. Hacen una lista con una palabra para cada recuerdo. La lista es privada.
Eligen la experiencia que recuerdan bien y en la que se sienten cómodos compartiéndola con el grupo.
Contar de dos en dos
Instrucción: El profesor divide a los participantes en equipos de dos e indica qué participante es el número uno y cuál es el número dos. Si hay un número impar de participantes, hay un grupo de tres. A continuación, los equipos se ponen a trabajar.
Los números uno cuentan su experiencia elegida a los números dos. Los números dos escuchan y hacen sus preguntas sólo al final. Esto es importante porque no se trata de una conversación sino de un ejercicio verbal de escritura. A veces el profesor indica cuántas preguntas se pueden hacer, sólo si los participantes tienen dificultades para ello. También puede resultar que es necesario prestar atención al tipo de preguntas que se pueden hacer.
Después de un tiempo predeterminado (de 3 a 5 minutos) y de una señal acordada (palmas, una campana, etc.) los papeles se turnan y los números uno escuchan y los números dos cuentan. El posible grupo de tres necesitará un poco más de orientación y tiempo. Para enfocar la atención, el profesor menciona brevemente los siguientes puntos:
Haga preguntas para aclaraciones; ¿Qué no estaba claro todavía?
Pregunte más sobre algo que quiera saber más.
Haga al menos una pregunta sobre las percepciones sensoriales (oler, ver, oír, sentir, saborear).
El profesor también puede indicar que los participantes hagan un mínimo de dos o tres preguntas abiertas.