Una buena iluminación es fundamental para trabajar de manera segura y productiva.
Por el contrario, una iluminación inadecuada provoca un incremento en los accidentes de trabajo por fatiga ocular, escozor de ojos, dolores de cabeza o dificultades de atención.
CONSEJOS
Siempre es mejor la luz natural frente a la artificial.
Adecuar la intensidad y la cantidad de luz a la tarea realizada para evitar deslumbramientos, reflejos y brillos innecesarios.
Emplear los niveles mínimos de lux exigidos.